El Reiki es una técnica de curación a través de la energía
Qué es y para qué sirve el Reiki
El Reiki es una técnica japonesa que ha ayudado a miles de personas a curarse de diversos males, utilizando la energía de los cuerpos. No es un sustituto de la medicina, pero favorece los procesos de curación haciendo que la sanación de enfermedades corporales y espirituales sea más rápida. No sigue religiones ni filosofías, y no hay que creer en él: nada más corrige los niveles energéticos y esto provoca cambios físicos, curando a la gente de diversas dolencias.
El Reiki ofrece muchos beneficios, algunos muy concretos como aliviar dolores crónicos (reumatismo, artrosis, artritis, migrañas, lumbalgias o dolores menstruales); coadyuva en el proceso de curación de lesiones, por ejemplo, en la cicatrización de heridas o lesiones óseas y en intervenciones quirúrgicas.
Reduce la inflamación producida por esguinces, desgarrones musculares y similares. Además, refuerza el sistema inmunológico haciendo que el cuerpo pueda luchar contra enfermedades virales, o contra infecciones como la gastroenteritis, la otitis, la dermatitis, etc.
Quizá uno de los aspectos más importantes es la influencia sobre nuestro sistema inmunológico, pues como esta técnica equilibra los campos energéticos y espirituales de las personas, hace que tengamos mayor fortaleza física para afrontar tanto dolencias existenciales (como puede ser una depresión) como enfermedades más graves, como el cáncer, pues las personas que se han sometido a sesiones de Reiki han aguantado mejor sesiones de quimioterapia. De hecho hace ya un tiempo que se están dando sesiones de Reiki a enfermos de cáncer en el Hospital Infanta Cristina de Badajoz y en muchos otros centros en España.
Para qué sirve el reiki y cómo funciona
Cuando a alguien le aplican Reiki, entra en un estado de relajación profunda, en el que logra una mayor serenidad y tranquilidad (de allí que trastornos como la depresión cedan, y estas personas comiencen a ver de otra manera su vida y sus problemas, consiguiendo muchas veces soluciones), además de un conocimiento de sí mismo mucho mayor. Todo esto proporciona más felicidad, y cuando la mente y el espíritu están felices, el cuerpo responde con buena salud.
Mientras más se practique más fuerte se vuelve. Y cuando se combina con otras disciplinas, como FLORES DE BACH, mediciana alternativa, etc…, las funciones terapéuticas se potencian y se logran beneficios más rápidamente.
Y ahora que ya sabes para qué sirve el reiki, seguramente has notado que básicamente su función es ayudar a los demás.
En que consiste una sesión de Reiki
Una sesión de Reiki consiste básicamente en una relajación profunda, en la que el terapeuta de Reiki va poniendo sus manos sobre los distintos chakras y zonas a tratar, desde la cabeza hasta los pies, lugar de finalización o “postura de descarga”. Canalizando energía de fuerza vital universal al paciente.
Se recorren cada uno de nuestros siete principales centros energéticos, siempre en función de las necesidades del paciente, se pueden ir empleando diversas posturas encaminadas a tratar una zona o una dolencia concreta.
El paciente no necesita más que estar vestido lo más cómodo posible y tumbarse en la camilla o permanecer sentado, si así lo desea. Muchas personas se quedan dormidas a lo largo del proceso, porque pasados los primeros 5 ó 10 minutos se empieza a sentir un estado de relajación muy intenso.
La duración de una sesión completa puede variar de cuarenta y cinco minutos a una hora, en función de las necesidades del paciente. El tiempo “adecuado” para imponer las manos en cada posición es algo que puede variar dependiendo del terapeuta, del paciente y de la afección.
Para un tratamiento completo de Reiki se recomienda recibir de 4 a 5 (un total de 5 es lo mejor) sesiones consecutivas, o al menos, en semanas consecutivas, si por tiempo y otras circunstancias no es posible hacerlo de manera continua. Es la forma de comenzar, pues la energía Reiki necesita un tiempo de activación y asentamiento. Posteriormente la necesidad de volver a recibir Reiki variará según la persona y aquello que necesite sanar. Hay pacientes que no lo vuelven a requerir, otros mensualmente, cada 15 días, o con más frecuencia dependiendo de sus dolencias. También se puede trabajar diferentes partes o zonas durante más tiempo, en intervalos de días dependiendo del caso y como de 10 a 20 minutos, o 30 minutos en sesiones localizadas, según el problema y el grado de este a tratar.
La terapia de Reiki está reconocida oficialmente por la OMS (Organización Mundial de la Salud) como terapia alternativa y de resultados comprobados.
Sensaciones que se pueden experimentar en una sesión de Reiki
Las sensaciones pueden variar en función de la persona y del terapeuta, generalmente se experimenta una sensación de calor en la zona donde están puestas las manos (normalmente la energía se trasmite en forma de calor). Lo cual para algunos refleja la densidad de la energía, bloqueos o inarmonías. Algunas personas también experimentan frescor o frio (canalización de la energía), ven colores, muchas personas sienten la fuerza del Reiki como una suave vibración y algunas hablan de golpes de corriente que reciben. Cada ser humano percibe la energía Reiki de distinta manera.
Algunas veces el receptor puede no experimentar físicamente nada y puede pensar que Reiki no está trabajando. La energía de Reiki trabaja en un nivel muy sutil y puede a menudo tener resultados profundos, que llegan a ser evidentes en los días o las semanas siguientes. La energía actuará donde más se necesite y trabajará en todos los niveles – físico, mental/emocional y espiritual.